lunes, 27 de octubre de 2008

Barquito en la tempestad


Suelo escibir en el blog cuando ando un poco pachucha. En realidad no está bien, porque parece que siempre esté mal o que sea una persona depresiva o, como dirían otros "una dramas", pero me inspiro más cuando ando floja de moral. Quizas sea también porque es cuando tengo mas ganas de escribir, ya que si estoy bien prefiero estar haciendo otras muchas cosas.
En un día como hoy, al estilo "popel", he llamado a una buena amiga. Yo le comentaba que, desde que mi vida había dado un giro de 180 grados, sentía como que no sabía hacía donde llevar mi vida, ni en que dirección. Que andaba perdida en la oscuridad y que por eso lo veía todo negro.
Cuando un barquito está en alta mar en medio de una tempesta no puede buscar en que puerto atracar ni en que dirección está el mas adecuado. Solo tiene que preocuparse en sobrevivir, agarrar bien el salbavidas y mirar de tragar la menor cantidad de agua posible. Cuando llegue la calma será el momento de decidir que rumbo coger, o quizas la corriente ya haya ajudado a hacernos ver el horizonte. Esta a sido la respuesta de mi gran amiga, siempre tan sabia.